jueves, 27 de noviembre de 2008

Cendón



Esta foto es de José Cendón, fotógrafo. La imagen forma parte del reportaje de un hospital psiquiátrico de Burundi por el que ganó un World Press Photo en 2007.
Ayer le secuestraron en Somalia, no se sabe nada de él; los secuestradores aún no han dado señales de vida, pero las teles y los periódicos le han dedicado muchísimo más espacio al hecho de que Esperanza Aguirre tuvo que ser rescatada de un hotel en Bombay por culpa de un tiroteo.
Hoy en Antena 3 han entrevistado a la hermana de Cendón. Ha sido un poco flipante. La periodista le ha preguntado sin ningún rubor.
-¿Crees que tu hermano, si tiene oportunidad, le hará una entrevista a sus secuestradores? (risitas)
-Bueno, no sé... Supongo...
En fin. Mientras, Esperanza Aguirre sigue hablando de lo mal, mal que lo pasó y de que tuvo que andar descalza sobre charcos de sangre.

domingo, 23 de noviembre de 2008

Los Modlin

Estos son los Modlin: Margaret y Nelson y su hijo Elmer. Formaban una familia excéntrica que residía en una casa del centro de Madrid. Vivían aislados, nunca aprendieron castellano.

Están todos muertos.






El matrimonio llegó a España en 1975. Él era actor de reparto en Hollywood, un segundón. Ella era profesora de Bellas Artes. El hijo era modelo. Elmer participó en la Segunda Guerra Mundial y vivió los horrores de la bomba atómica de Nagasaki.
Ella se encerró en Madrid a pintar cuadros, el hijo se suicidió y el padre murió alcoholizado.
Después de que se muriesen todos, la casa se quedó sin dueño. Un vecino suyo, que se quedó con las llaves, contactó conmigo en 2004 y me llevó a la casa. El piso llevaba un año vacío, pero parecía como si alguien todavía viviese allí. Cuando Margaret falleció, Elmer, su marido, se sumió en la desesperación y quiso que todo se quedase como su mujer lo había dejado. Esta es una foto de una de las habitaciones, con los cuadros pintados por ella.



Saqué un reportaje en El País sobre la familia y llamó muchísima gente interesándose por los cuadros. Durante algunos meses me centré en los Modlin por interés personal, investigué sobre su vida.

Cuento todo esto porque un año después, en 2005, Paco Gómez, fotógrafo (revelación PhotoEspaña en 2002 y miembro del colectivo Nophoto) encontró todas las pertenencias de la familia en la basura (al final los herededos vendieron la casa y tiraron todo los que les sobraba) e hizo un documental. Sintió la misma fascinación que había sentido yo, pero él lo plasmó en imágenes. Cuando me enteré intenté localizarle, pero no hubo manera de que nadie me pasase su contacto.

El caso es que pasó el tiempo y me olvidé completamente de los Modlin y de Paco Gómez. Hasta que el viernes pasado Paco llamó por casualidad a Público. Quería denunciar que a su cuñado inmigrante la policía le había dado una paliza. Y de casualidad me pasaron a mí la llamada. Cuando me identifiqué, lo primero que me dijo fue que no podía creer que estuviese hablando conmigo, que estuvo intentado localizarme hace años por la historia de los Modlin, que llamó a El País varias veces, pero no hubo manera de que nadie le pasase mi teléfono. Yo le conté que a mí me había pasado lo mismo. Fue extraño.
Cinco años después de intentarlo nos hemos reencontrado, o más bien encontrado. Gracias al destino. Y pienso en todas esas historias que por las circunstancias se quedan sin cerrar, en las cosas que nos apasionan y luego nos olvidamos. Y en la gente con la que nunca logramos hablar, por culpa nuestra o de los demás.

domingo, 16 de noviembre de 2008

Prohibido




Así son ellos...
El domingo por la mañana, para celebrar el aniversario de la muerte de José Antonio Primo de Rivera, se pusieron guapos y subieron al Valle de los Caídos a honrar a su mártir. Pero, ays, que resulta que este año no se puede entrar ni con camisa azul ni con banderas anticonstitucionales, así que con el aguilucho y la corona de flores todos para abajo, a protestar a la calle Ferraz.
Yo sí que entré en el Valle, después de que me registrara la Guardia Civil el coche. Y me colé en la misa, en un ambiente mezcla entre el franquismo más rancio y varios cabezas rapadas. La ceremonia era privada, pero como los fachas se estrujan el cerebro en las medidas de seguridad, el único requisito para entrar era contestar correctamente a la siguiente pregunta que te hacía el matón de turno.

-¿Vienes a la misa?
-Sí.

Ala, pa dentro. A la salida, la policía secreta nos paró varias veces, la fotógrafa tuvo que borrar las fotos. Y todo en un sitio público, que pertenece a Patrimonio Nacional.
Después bajamos a Ferraz, y allí seguían protestando los que se habían quedado fuera. Gritos en contra de Garzón, nostalgia de la dictadura. Y uno que me mete un grito en el oido de ¡"Asesinoooooo"!, por Garzón supongo, y al darme la vuelta y pensar que me iba a encontrar con un hombretón, me encuentro con... un pringao. Pero un pringao de colleja, que no se la doy por sentido común y porque estoy rodeada. Y miro a mi alrededor y me doy cuenta de que las nuevas juventudes de la Falange Española son todos pringaos. Y empiezo a pensar que a lo mejor no les quieren en el instituto, pobrecillos, y se rien de ellos, y perteneciendo a un grupo se sienten mejor y más fuertes. Sólos no se atreverían a dar hostias, pero en grupo sí. Empiezo a entenderlo todo.

sábado, 15 de noviembre de 2008

De cabo a rabo

Empecé la semana con unos okupas y la terminaré mañana con los neonazis en el Valle de los Caídos. En medio, afortunadamente, han estado los amigos. El martes, Dani Borasteros y Oriol. Antes trabajaba con ellos, estuvimos siete años juntos, en la misma sección del periódico. Hace un año que les abandoné y les echo de menos. Así que de vez en cuando quedamos y mola, todo sigue igual, como si nunca me hubiese ido. Por cada cuatro cervezas que se toman ellos yo ni he terminado la primera.
El jueves Marina me llevó de concierto y me presentó a Nacho. A Marina la conozco desde hace muchos años, un día con 20 años abrí la puerta del taller de radio de la Universidad Complutense y allí me la encontré.
Ayer tocó el turno de estar con Óscar y a Diego. Óscar ha estado en Estados Unidos cubriendo las elecciones y ha vuelto. Me trajo una cosa de su viaje y la dejó dentro del cajón de mi escritorio. Con ellos fue cena y cine de madrugada. Y hoy Cristina, que a partir de nada vamos a ser vecinas y nos hemos ido a descubrir los bares de la zona. A las dos nos ha faltado Vivi, que se me fue un día a Levante pero sé que en dos días la tengo de vuelta.
Y Mar, claro, que como siempre tiene que fastidiarme y dejarme trasnochada, al volver a casa se ha presentado con la Canon G 10. Y como nos quedan dos telediarios juntas, nos hemos puesto a hacer fotos de la casa.

Del salón





De los adornos



Y del parque de enfrente, probando la opción puesta del sol de su cámara y de la mía. Y destellazo al canto.




Mañana me tocan otros que prefieren estar de cara al sol. Pero eso lo contaré otro día.

viernes, 7 de noviembre de 2008

Propósito de enmienda

Con las estanterías vacías, guardando los libros en cajas, me he dado cuenta de los libros que no terminé de leer, que los compré, leí 20 páginas y los dejé para otro momento. Los aparqué en la estantería, y ahora los he tenido que sacar. Y de alguna manera extraña me he sentido culpable. He encontrado separadores a la mitad de algunos. Empiezo por Lunar Park, de Breat Easton Ellis. Sigo por La Carretera, de Corman Mc Carthy. Estaba muy enganchada y no lo terminé. Me olvidé de repente. Tampoco pude con Antonio Gómez Rufo. Me compré otro de John Dos Passos, otro de Roberto Bolaño y ni los he abierto. En el último mes sólo he leído y terminado El niño con el pijama a rayas, que no creo que diga mucho a favor de mi capacidad de concentración.
¿Qué ha pasado, si antes no dejaba que pasase un día sin leer? La falta de tiempo, sí, pero sobre todo la falta de ganas de quedarme sola a leer, que es como hay que hacerlo.
Asi que, propósito de cambio. Empiezo este fin de semana. Las rachas malas se terminan cuando uno las quiere poner fin. Y una racha mala, desde luego, tiene como síntoma pasarse tanto tiempo sin leer.

domingo, 2 de noviembre de 2008

De lunes a viernes



Esta semana me gustaría...
-Lunes: Que no deje de llover. Y caminar bajo un paraguas.
-Martes: Que Barack Obama gane las elecciones.
-Miércoles: Que me dejen ir a Melilla a buscar a los que han cruzado la valla y cruzar otro lado, en el monte Gurugú, con los que están pensando en saltarla.
-Jueves: Que desaparezca el que está aparcando en mi plaza de garaje.
-Viernes: Terminar la mudanza.