miércoles, 22 de abril de 2009

La agenda

Un compañero fotógrafo, Willy, me ha regalado hoy una cosa porque sabe que me gusta las historias extrañas. Es una agenda blanca y sucia que se encontró en la calle. La he abierto y he empezado a leer direcciones de hostales, hoteles, nombres de tíos y teléfonos. Distintas opciones de anuncio: "Ada dos polvos, 30. Domicilios, 60", "Adriana, jovencita, 15 euros". "Madurita y cariñosa". También hay fechas con sus anotaciones: "4 de marzo: 30 cliente, 30 nuevo, 15 nuevo, 24 nuevo, 15 cliente".
Vamos, que es la agenda de una prostituta. Hay apuntados los polvos que echa cada día y lo que cobra, lo que gasta en fajas, cosas de herbolario, el dinero que da a su madre. Hay un número de móvil y al lado una palabra: "Asquerosa".
Después de cotillear he pensado que menuda putada perder la agenda, como si yo pierdo la mía con mis contactos de curro (mucho más aburrida, claro).
Así que he pensado en localizar a la dueña, y he cogido un periódico con anuncios de contactos y he comprobado si alguna de las opciones que están en la agenda aparece y, eureka, me encuentro en El País con "Adriana, jovencita, 15 euros". Y un número de teléfono.
-"¿Adriana?"
-(Voz de latinoamericana). "Si, soy yo".
-"¿Has perdido una agenda?"
-"Si, donde la has encontrado?"
-(Como Willy no me ha dicho dónde, pues le contesto la verdad y la tía flipa): "Pues no lo sé". (Y entonces me pongo a la defensiva): "Describeme cómo es la agenda que has perdido".
-"Es una agenda blanca y sucia con los nombres de..."
-"Si, de clientes".
-"¿Y cómo has averiguado mi número?"
-(Entonces le cuento la investigación y a ella le suena todo rarísimo).
-"¿Cuando me la puedes devolver?"
-(No se me ocurre nada, ¿dónde queda una con una prostituta que no conoce de nada? Al final se me ocurre un sitio de lo más cutre) "Pues podemos quedar mañana en el Mc Donalds de Cuatro Caminos".
-"Vale, ¿cómo vas a ir vestida?"
(Me ha hecho una pregunta de película y no tengo contestación. Yo que sé, como siempre, con lo primero que pille¡¡¡). "Ni idea, ya nos reconoceremos".
Y hemos colgado. Asi que mañana tengo una extraña cita en un Mc Donalds. Gracias Willy. Efectivamente, me gustan las historias extrañas.

viernes, 17 de abril de 2009

Run, Forrest run

En Hong Kong hay un restaurante que gira en torno a la peli de Forrest Gump. Es un sitio bastante estúpido, la verdad. Los platos, los camareros, los letreros... Si quieres más bebida, no tienes que pedírsela al camarero, sino que hay que cambiar un cartel que tienes en la mesa y esperar a que te atiendan:



Y si no quieres más bebida, pues entonces cambias de nuevo el cartel:



El sitio en cuestión se llama Bubba Gump, y de comida hay gambas en salsa de cerveza y manquetilla como en la peli. Estuve este verano, no hay excusa, ese día hacía 40 grados con una humedad del 90% y mis compañeros viajeros y yo nos metimos en el primer sitio que encontramos.
El Bubba Gump quedó guardado en el subconsciente, pero bien guardado. Hasta que hace dos noches soñé con ese sitio y con los carteles. Me acosté dándole vueltas a una cosa personal que nada tenía que ver ni con Forrest Gump ni con el restaurante. Y por la noche lo saqué del subconsciente. Así, sin ton ni son. Un sitio anodino, que no significó nada importante en el viaje, pero que ha esperado su momento para decir que estaba ahí. Y la verdad, no sé qué significa, quizás el subconsciente me ha dado un toque para recordarme que soy una friki.

sábado, 11 de abril de 2009

Razones para no actualizar el blog

1. Mentir: "Es que ultimamente estoy muy liada..."

2. Mentir: "Es que estoy de bajón"

3. Sincerarse: "Y total, para escribir tonterías..."

4. Aprovechar material usado: "Casi que cuelgo un reportaje que ya he publicado"

Las marchas racistas quedan impunes

Este es el comienzo de un reportaje del que estoy especialmente contenta...

La denuncia de que los neonazis campan a sus anchas por Madrid llega tanto de grupos antifascistas como de las ONG Movimiento contra la Intolerancia, SOS Racismo y asociaciones de inmigrantes Aesco. Todos coinciden en acusar a la Delegación del Gobierno de Madrid de permitir que el colectivo se manifieste sin problemas en la capital.

En el último año, al menos una decena de grupos de ultraderecha (Democracia Nacional, Falange o Movimiento Patriótico Socialista) han desfilado por las calles de la ciudad. Pese a que casi todas esas marchas terminaron en trifulca, la Delegación del Gobierno no tiene previsto un mayor control sobre estos grupos.

El último ejemplo es del sábado 28 de marzo en el Puente de Vallecas (Madrid). Medio millar de neonazis se manifestaron con permiso de la Delegación del Gobierno y del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, las instancias que tienen que dar su consentimiento a las protestas callejeras.

Los manifestantes llevaban bates de béisbol y cascos de la Policía, insultaron a inmigrantes, se burlaron de Carlos Palomino (vecino de Vallecas asesinado hace dos años por un ultraderechista) y entonaron lemas nazis. Todos estos actos están penados con la cárcel en el Código Penal, tanto por provocación al odio (Artículo 510) como por difusión de delitos de genocidio (Artículo 607).
Las ONG de defensa de los derechos humanos habían avisado del peligro de autorizar una marcha de ese tipo. Sin embargo, los agentes de la Unidad de Intervención Policial, los antidisturbios, encargados de vigilarla no identificaron a ningún manifestante de la ultraderecha. Sí detuvieron, en cambio, a una veintena de antifascistas que participaban en una contramanifestación.

"Los fascistas cruzaron la M-30 sin que nadie les parase. Mientras, vecinos de Vallecas eran cacheados y obligados a ponerse de cara a la pared", aseguran varios testigos. Además, los fascistas cambiaron sobre la marcha el recorrido que les había impuesto la Delegación del Gobierno y pasaron a propósito por Vallecas, el barrio donde vivía Palomino. Allí corearon gritos como: "¡Carlos, pardillo, devuélvenos el cuchillo!".