miércoles, 24 de diciembre de 2008

C ´est fini

Se acabó por este año.
Las largas tardes en la redacción perdiendo el tiempo con los teletipos.
Los cambios de jefe, los cambios de sitio, los cambios de compañeros.
Los madrugones de fin de semana, cuando todo el mundo descansa.
Salir corriendo a los sucesos. A noticias que han pasado el día anterior.
Los viajes de 500 kilómetros en un día.
Conocer a gente extraña por pueblos perdidos.
Conducir con lluvia, con nieve, con niebla muy espesa, a 40 grados.
El inventarse historias de la nada y el arriesgar. Los gays de La Mancha.
Agosto y Spanair, recorriendo tanatorios y hospitales. Canarias y Rumania.
El año que viene más.
Ahora, a vacacionar...

jueves, 11 de diciembre de 2008

Los macarrones

Un amigo me cuenta que su hermano Carlos (de nueve años de edad) puso ayer el siguiente nick en su Messenger:

"Hoy vienen a comer a casa Marco, Pol y Oscar y para comer hay macarrones"


Y es que las cosas nunca tendrían que dejar de ser así de sencillas.

¿La felicidad?

La felicidad es compartir un plato de macarrones con tres compañeros del colegio en casa de la abuela.

Así de sencillo.

sábado, 6 de diciembre de 2008

La Noche



Recuerdos del antro más antro de todo Madrid: La Noche. Sólo hay que fijarse en los zapatos del cantante. Fue hace tiempo, en verano. Era un día de diario y apenas había público, su novia le grababa con una cámara de video casera. Él intentaba cantar Elvis, pero los cuatro borrachos que había le reclamaban Gwendoline, de Julio Iglesias. Luego estábamos nosotros, los de siempre, al que el dueño del bar regañaba por salir a la pista de baile en plena actuación.
Es un bar auténtico, de cabaret, viejos con anillos y peleas. Hace mucho que no paro por ahí, no sé si seguirá abierto. A mí me gustaba entre semana.
El otro día, una llamada entre la niebla me recordó esa época y pensé que la echaba de menos. No pude acudir a la cita porque me pudo el cansacio. Reconforta saber que ellos, por lo menos, siguen estando alli. Y espero que La Noche también.