jueves, 26 de marzo de 2009

Café con leche

Y en esto que voy andando por la calle de Bravo Murillo, a eso de las doce de la noche. Poca gente. Aprieto el paso. Y de repente se me cruza un africano, alto, enorme, se me pone delante y no me deja pasar; es un tramo de calle estrecho por las obras. Y yo que amago para esquivarle y me vuelve a cerrar el paso. Y entonces él extiende su brazo izquierdo, abre la palma de la mano... Yo me quedo mirando y la choco con la mia: Plash¡. Blanco y negro. Y él, de repente, dice: "¡¿Ves? Café con leche¡", se descojona y sigue calle abajo.

5 comentarios:

REYES SEDANO dijo...

y no te dio una cucharilla para remover un descafeinado?
mmmmmmh....
guapa!

Sara Morante dijo...

Pero qué me estás contando!! Qué bueno... La vida está llena de chispas :)

Precarioman dijo...

Sí, sí , sí... ahora la vida tiene chispas. Pero en ese momento, menudo susto...

Angel Navarrete dijo...

Chica, entre el taxista, el café olé y demás personajes que conoces trabajando te da para escribir Los Grandes Éxitos de la fauna madrileña.
Un besazo

Anónimo dijo...

a que mola el barrio...