
Los que no la hayan visto, da lo mismo verla con gafas 3D o sin ellas. Lo importante es lo que cuenta. Los primeros veinte minutos, donde se cuenta el principio y el fin de la historia de una pareja, son mágicos. Y el mensaje: que ser feliz no depende de lo lejos que nos vayamos ni de las ganas de aventura. Puedes encontrar la felicidad pasándote la vida vendiendo globos a la puerta de casa.