Nos hubiésemos quedado todo el día allí, con ellos, en un banco del parque al sol. Aquí con algunos de los chicos y con Fernando, el presidente de la ONG La Calle. La foto es de Reyes Sedano.

Hasta que corriendo, corriendo, nos tuvimos que ir a Getafe al piso donde viven seis de estos menores. Todos chavales de 16 años con una vida en común y tutelados por sus educadores sociales. De repente, entramos de sopetón en sus vidas, nosotras con las ganas y las prisas de sacar un reportaje en poco tiempo y ellos sin entender, pensando quizás que nos íbamos a quedar en la casa todo el día. Nuestras prisas frente a su tranquilidad. Nos enseñaron su cuarto, el lugar donde rezan el Corán, su terraza con una huerta, pero apenas se dejaron hacer fotos por timidez y vergüenza. Llegó un momento que también decidieron que ya habían contado suficiente de su viaje en cayuco y de lo mal que les ha tratado la vida.
Nosotras, al ver que no podíamos sacar más, decidimos irnos. Y ellos pusieron cara de circunstancia: “¿Es que no os quedáis a comer?”. Habían preparado en la mesa donde almuerzan todos los días dos platos más de arroz con carne, pero ni nos habíamos dado cuenta. Ellos mismos son los que cocinan y hacen las tareas. Y entonces nos calmamos, y comimos con ellos un plato picante con vasos de agua y hablamos de muchas cosas.
Luego me sentí mal. Por las prisas, porque estuvimos a punto de hacerles un feo a su comida, porque un reportaje requiere varios días y nos hubiese gustado a las dos quedarnos allí con los chicos y los educadores, la tarde, la noche, al día siguiente. Por nosotras, encantadas. A ver si llega el día en que algún superior decide que las cosas se pueden hacer con calma.
PD: Próxima parada, Transilvania...
2 comentarios:
A veces una piensa que nos hemos equivocado de profesión...pero la posibilidad de realizar ese tipo de reportajes y de contarlo, aunque sea con poco tiempo y con prisas (maldito reloj, maldita ceguera de quienes tienen la posibilidad de hacer que las cosas se hagan de otra manera y no se dan cuenta) certifica que a veces el periodismo (bien hecho) sirve para algo.
Seguro que esa lección no la olvidáis.
Suerte en mi tierra transilvánica (ya sabes que soy medio vampira, jajaa)
bss
ayer y hoy te eché mucho de menos porque se que hubieras saltado la valla conmigo.
tu en una Rumania y yo en otra.
espero que tu viaje haya sido como lo esperabas.
porque te lo mereces como profesional y por tu lado humano.
gracias cielo.
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